Cuando una Firma o un abogado deciden prestar atención a su estrategia de comunicación, y empiezan a analizar su posible presencia en las redes sociales, solemos toparnos con las dos caras de la misma moneda. Nos encontramos con dos extremos que tienen en común desconocimiento y falta de estrategia:
- Expansión desordenada
- Ausencia por fatiga.
Veamos el primer extremo. Están los abogados o las Firmas jurídicas convencidas de la importancia de las redes sociales. No es necesario explicar mucho sobre los beneficios y el rédito que puede significar para su posicionamiento profesional. Usualmente, estos profesionales quieren pasar a la acción rápidamente y optan por crear, o querer crear, perfiles en todas o en casi todas las redes sociales que conocen. No han definido cuál será el objetivo, qué tipo de comunicación generarán, quién llevará la administración de esas redes, ni quién generará el contenido de valor, porque finalmente lo que importa es estar. Esa es la expansión desordenada.
Cuando no entendemos por qué hacemos lo que hacemos, pero sobretodo, para qué lo hacemos, más temprano que tarde abandonaremos el proyecto. Y es que claro, si no hemos identificado ni siquiera los objetivos de nuestra acción cómo podremos medir que vamos por buen camino. Esta sensación de estar arando en tierras movedizas nos generará frustración y terminaremos por desistir.
El otro extremo es el de la ausencia por fatiga. Es el caso de quien desiste sin siquiera haberlo intentado. Tener presencia en redes sociales de manera estratégica demanda un trabajo intenso y serio. De modo que los más precavidos prefieren no entrar en ese terreno. Miden sus fuerzas y consideran que eso no es para ellos. Sin duda es mejor no abrir espacios que no vamos a usar, pero si deseamos amplificar nuestro mensaje y tenemos un posicionamiento por construir, cuando mínimo, deberíamos trabajar para tener una adecuada presencia en redes sociales en el mediano plano. Es decir, tendremos que darnos a la tarea de reunir aquellas condiciones mínimas que permitan manejar o delegar la administración de las redes que se desean manejar. Las limitantes de hoy no pueden ser las de mañana, o nunca daremos el siguiente paso.
Por tanto, aproximarnos a evaluar qué redes sociales conviene emplear y cómo las usaremos es una acción consciente que requiere mesura, dejar de lado los prejuicios o ideas preconcebidas sobre las redes, informarnos y planificar.
¿Por qué estar en las redes sociales? Porque es allí donde ocurre la acción y donde nos hacemos más visibles. Las redes sociales son las grandes avenidas en las que construimos nuestras vitrinas para anunciar al mundo quiénes somos, qué hacemos y qué tenemos para ofrecer. Nos permiten potenciar nuestro mensaje de marca y llamar la atención de aquellos que nos interesa que nos visiten en nuestra web y, desde luego, en nuestro despacho.
Ahora bien, es importante salir a esas grandes avenidas, pero no todas son iguales y no todas nos convienen. Entonces, ¿cuál elegir? Eso depende de varios factores. Dos de los criterios más importantes son: el tipo de contenido que voy a generar y el público al que me voy a dirigir.
Si analizamos las redes sociales desde el tipo de contenido por generar podemos distinguir, de manera muy gruesa, entre aquellas de contenido escrito y aquellas otras de contenido visual. Entre estas últimas, estarán las de imagen y las audiovisuales. No obstante, si hilamos un poco más fino, nos daremos cuenta que si bien hay un tipo de contenido preponderante en una red social, la tendencia va hacia encontrar cada vez más contenido visual y audiovisual en todas las redes.
Con todo, tenemos que tener claro que elegir la red social que formará parte de nuestra presencia y comunicación de marca tiene relación con aquello que queremos compartir, porque en el fondo de lo que se trata es de crear una comunidad unida por intereses comunes, los mismos que son puestos de manifiesto a través de nuestro contenido. ¿Qué significa todo eso para una Firma de abogados o para un abogado independiente? Veamoslo así:
- ¿Quieres compartir contenido escrito que incluya tu análisis y que permita mostrarle a la comunidad tu manejo de uno o varios temas? Entonces debes estar en Facebook.
- ¿Quieres compartir ideas concretas, pensamientos o reflexiones apoyándote en un formato visual, esto es, utilizando una combinación de imágenes y palabras? Tus opciones son Facebook, Instagram, Linkedin.
- ¿Quieres compartir imágenes de tu día a día para mostrar una dimensión más cercana de la actividad en tu Firma de abogados o en tu despacho? Si bien puedes hacerlo en varias redes, tu red social por excelencia será Instagram.
- ¿Quieres difundir contenido de valor sobre tu área de especialización para llegar esencialmente a tus colegas o incluso a otras empresas? Ve a Linkedin.
- ¿Quieres generar contenido audiovisual descriptivo o explicativo sobre tu labor o sobre temas de tus áreas de conocimiento? Crea una cuenta de marca en Youtube.
- ¿Quieres dar tu opinión clara, concisa y potente, particularmente, sobre hechos de actualidad como temas de política, por ejemplo? Twitter te espera.
Una vez que tengas claro qué quieres compartir y a quién quieres llegar tocará analizar la estrategia específica a desarrollar en la red social que hayas elegido. Sobre ello se abren un mundo de alternativas de las que iremos comentando progresivamente.
Y tú, abogado, ¿en qué red social desarrollarás tu posicionamiento profesional?